UNA CARTA

KAMO

UNA CARTA...

la tristeza invade mi cuerpo porque
la maldita soledad de tu ausencia
ya se robo mi alma
dejando mi cuerpo como la envoltura
de un chocolate, sin lo mas dulce.

intento no cambiar, no ser diferente,
pero mis ojos están ausentes
como una noche si luna,o un día sin sol,
temiendo que lo vean incompleto,
inseguro, por la falta de tus brazos,
tus besos y el sabor de tu piel;
aparte de todo, la paranoia de ver tu sombra
en mi cama no me deja dormir
y las ojeras en mi cara son tan profundas
como la incertidumbre de tu espera.

¿volverás, me querrás, me aceptaras?

duele por que quiero que sea dolorosa tu partida,
ya que se que la respuesta a todas estas preguntas
e interrogantes es negativa.

se que estas bien, feliz y completa, además
creo que ni te acuerdas de mi presencia por eso,
solo me queda decirte, te amo y siempre te amare
ya que tu esencia marcó mi cuerpo como tu única propiedad
y sssssshajj........(suspiro) es duro,
por eso me despido con un hasta pronto
porque se que esta noche te veré en mis sueños
y estaremos juntos de nuevo......adiós.

KAMO.

EL ARTE DE AMAR

el amar no es estar con los demás, es sentir, es querer, es saber el momento y el lugar indicado para que todo sea un complemento, es desear un beso y una caricia mas que cualquier cosa, es saber que una palabra al oído puede mas que un objeto comprado; el verdadero amor, es estar con esa persona y compartir una mirada atrayente, que queme nuestro sentir y encienda el corazón, hasta el punto de desear compartir un instante y perderse en los labios del otro, como en las cálidas aguas del mar inmenso.

el arte de amar, es valorar el cuerpo y sentir que es un tesoro, que si se descubre, es lo mas placentero y delicado de disfrutar, el arte de amar, se da con suavidad y ternura, no con la rudeza que muchos consideran éxtasis, ya que no seria amar, sino sentir placer momentáneo y vació, algo que no llena, si no nos hace querer mas sin llegar a una satisfacción completa... da miedo amar, pero da mayor temor ser usados por las circunstancias, teniendo la ilusión de que estas sensaciones sean eternas y descansen en nuestro cuerpo por siempre.

KAMO